En un mundo influenciado por las redes sociales, los pacientes quieren tener los servicios más innovadores al alcance. Esto, no solo implica lo más nuevo y mejor, sino también lo más conveniente tanto para los pacientes como para los proveedores de servicio.
Por esto, mantenerse actualizado e innovar es esencial, pero ¿Qué significa y cómo podemos lograrlo?
La innovación se define como la adopción y difusión de algo nuevo: una invención, producto o servicio, por ejemplo.
Sin embargo, puede ser un proceso largo y tedioso, especialmente cuando se trata de innovaciones que requieren tiempo y recursos.
En un estudio de la firma consultora Deloitte, la innovación en los servicios de salud se define como “Dar más por menos. Más valor, mejores resultados, más conveniencia, acceso y simplicidad de los servicios, por un menor costo, complejidad y tiempo para los pacientes y los proveedores de servicios médicos”.
En el sector de la salud, no solo implica estar al tanto de los más recientes y novedosos servicios e insertarlos en la práctica sino también reconocer cuando los métodos que utilizamos, aunque funcionan, no suplen las expectativas del mercado.
La verdadera innovación genera resultados a largo plazo, pero los procesos nuevos que optimizan lo que ya existe son una alternativa útil para conseguir resultados de corto plazo.
Pequeños cambios, grandes resultados.
Contrario a lo que se cree, innovar no necesariamente implica invertir grandes sumas de dinero en equipo o productos de la más alta tecnología, dado que, al final, la innovación se trata también de conveniencia.
Una forma de aplicar la definición de la consultora en los servicios que prestas a tus pacientes sin tener un alto impacto financiero en tu negocio es por medio de la telemedicina. Esta es una manera conveniente en la que los pacientes pueden acceder a tus servicios mientras reducen las visitas al consultorio y gastan tiempo en desplazarse.
Esta opción además puede ayudar especialmente a pacientes con enfermedades crónicas con dificultades para movilizarse.
Otra opción para aplicar este principio es ofrecer servicios de bajo costo diferenciados para pacientes que tienen cierto tipo de padecimientos, especialmente crónicos, que con certeza visitarán tu consultorio más de una vez al año.
Los servicios destinados a un grupo de atención particular, como, por ejemplo, exclusivos para niños o adultos mayores o pacientes con un padecimiento en particular, también son una manera de innovar supliendo las necesidades exclusivas de un grupo de población, que hará que tus pacientes se sientan más atendidos y cumplan el principio anteriormente mencionado.
El primer paso, ante toda intensión de innovación es conocer las necesidades e inquietudes de salud de sus pacientes.
Preguntar a sus pacientes las cosas que necesitan y que harían sus vidas más fáciles en términos relacionados con sus servicios médicos es una buena forma de empezar.
Una vez que conozcas las necesidades, desarrolla una estrategia que puedas probar en un corto período de tiempo, para determinar si es funcional para tu consultorio y clientes.